EPISODIO 3: NAVIDAD, DULCE NAVIDAD
Bienvenidos, welcome, Bonjour, Bienvenuti a un nuevo capítulo de Pensamientos de la Vida Cotidiana!
Antes de ponerme a fondo con el tema que escogí para esta semana, quiero ser la pesada de turno que os recuerde que podéis contactar conmigo a través de:
Facebook: Pensamientos de la Vida Cotidiana (Página)
Mail: pensamientosvidacotidiana@gmail.com
y como estoy generosa y pienso en los colectivos que no podrán oírme pues os he abierto un blog en el cual tenéis comentados ya los dos primeros episodios; esta es la dirección:
https://podcastpensamientosdelavidacotidiana.blogspot.com/
y que nos podéis escuchar todas las semanas en Anchor y en Spotify, había subido el primer episodio a Google Podcast pero al no saber como subir los siguientes me temo que lo dejaré para más adelante.
Y ahora queridos míos coger vuestro gorros, bufandas y guantes, sacar el espumillón del armario, la caja de bolas y la enredadera de luces porque hoy hablare sobre LA NAVIDAD !
Permitirme desempolvar un poco mi máquina del tiempo y hablaros sobre los orígenes de esta festividad.
Nos vamos a la antigua roma, allá por el año 217 a.c, cuando se comienzan a celebrar las fiestas Saturnales, en honor al dios Saturno, dios de la agricultura y la cosecha y que se hacían entre el 17 y el 23 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno. Aquí los campesinos y ganaderos tenían menos luz solar y aprovechaban para descansar, irse a ver a la familia, regalar cosas y hacer grandes banquetes públicos… o sea lo que ahora sería como la cena de empresa y el capitalismo en su máxima exponencia… lo que vayáis a tirar por favor en buen estado que así me sirve leñe!
Duraban 7 días y hasta los esclavos tenían privilegios como ponerse la ropa de sus señores, ser atendidos por estos y gran permisividad que no era castigada.
Luego llegó el cristianismo y entre que Julio Cesar impuso su calendario en el año 45 a. C el 25 del 12 caería entre el 21 y el 22 del 12 de nuestro calendario gregoriano y de esta fiesta del solsticio surgió el nacimiento de Jesucristo.
Pero la Navidad tal y como la conocemos ahora no fue fijada como festividad hasta los años320-353 d.c cuando estaba el papa Julio I en el poder y en el 529 el emperador Justiniano la declara festividad del imperio. Como dato curioso os diré que la primera representación de Belén escenificando el nacimiento de Cristo fue realizada por San Francisco de Asís en la Nochebuena de 1223 en unas cuevas próximas a la ermita de Greccio en Italia.
Luego ya vino el tema de poner el árbol de navidad, que procede del Norte de Europa, pero eso ya es explayarme demasiado.
Así que ahora quiero abriros mi cuore porque cuando empiezan estas fiestas, normalmente después del puente de Diciembre aunque en los super veamos el turrón en octubre junto al montaje de las luces, suelo estar más sensible, más tristona a veces.
Claro ves los anuncios de navidad y a todo el mundo de una tierna familia cenando en una mesa hablando tranquilamente o simplemente brindando o comiendo. La canción del turró El Almendro con su vuelveeee a casa vuelveeee. https://www.youtube.com/watch?v=banIPb9oe0g o el de las muñecas de Famosa https://www.youtube.com/watch?v=IPeJRjiF2NM ( si no se oyesen poner lo enlaces)
Mi yo pequeña recuerda esas nochebuenas en casa de sus abuelos maternos, con todas las primas reunidas y el abuelo en cabecera y la abuela en la otra por si tenía que ir a la cocina. Yo me sentaba justo al lado del árbol, ya que me encantaba dar los regalos en cuanto tocasen las 12 de la noche.
Era de las pocas noches que te dejaban, trasnochar cuando eras peque, total estabas de vacaciones en el cole así que no había que madrugar.
Me encantaba jugar con mi prima, que se sentaba a mi lado, mientras los mayores hablaban y bebían sus copas de vino y nosotras si caía algún refresco eso era… Wow.
Aún tengo una foto de mi abuelo abriendo en una navidad, una botella de anís que le regalábamos porque no sabíamos que regalarle. Pero aún así se ilusionó mucho y cada vez que veo esa foto, lágrimas de emoción me saltan… aunque las escondo… como ahora mismo.
Otra de las cosas que más recuerdo fue, las primeras navidades después de fallecer mi tía y mi abuela materna, un annus horribilis para la familia, pero la risa que me llevé al abrir la caja donde teníamos guardado el belén y descubrir a la mula sin una oreja, buey casi degollado, creo que San José estaba manco y la Virgen tenía algo pero no me acuerdo muy bien de ello. Mi tío lo llamo Belén Zombie y así se quedó.
Pero cuando empiezan a quedar asientos vacíos en la mesa, cuando las risas dan paso a un vacío y a una tensión que antes no había, cuando ya empezamos a ser mayores y ya no queremos estar en familia y nos vamos con los amigos… llegas a no querer celebrar estas fiestas, a no relacionarte con nadie. Yo he llegado a odiarlas en algún momento de mi vida, aunque ahora las adore de nuevo, esto es una relación tóxica en toda regla… porque ahora vuelvo a celebrar estas fiestas con mi familia, no biológica pero sí política, me acogieron enseguida y aún después de tanto tiempo me encanta estar con ellos estas fiestas, ya que mi madre está lejos y muchas veces no tengo ni el dinero o el tiempo para poder bajarme a celebrar las fiestas a Málaga.
Ahora al menos podemos video llamarnos para felicitarnos y hablar un poco… si las redes nos lo permiten claro esta.
Pero también quiero hablaros de ese pistoletazo de salida a las fiestas con un cántico que inundaba las casas de casi toooooodoss los españoles desde hace muchos años…
43537 30 milloooooneeeees de peseeetaaaassss!!! (cantarlo como los niños de san Idelfonso)
Exacto la Lotería de Navidad!! Los niños de san Idelfonso cantando los números y tu todo expectante por saber si te ha tocado el gordo…. O el reintegro…. O salud que no nos falte.
Y aunque ahora vuelva a sacar mi máquina del tiempo, me gustaría recordar esos sorteos que cubría con la radio de un buen amigo mío, en pleno Teatro real, al cual en todo el año ni me permitía entrar por los elevados precios y que no he sido muy fan del teatro lírico. Pero verlo, estar ahí, paseando por sus pasillos, recorriendo su patio de butacas o estando en el mismo escenario, ufff tiemblo de emoción cuando lo recuerdo.
En mi último año que lo cubrí me acuerdo que había una niña que tenía una voz tan bonita que puso a todo el teatro de pie, pese a no cantar ningún premio, pero todo el teatro la animaba gritando TU SI QUE VALES! Y aplaudiendo. Y cuando digo todo el teatro me refiero a todo el público y a todos los periodistas que estábamos cubriendo el evento. También recuerdo que nos dejaron subirnos al escenario para grabar una previa del sorteo, acabábamos de montar todo el tinglado para cubrir dicho evento y los organizadores nos dejaron subir al escenario. Hoy me lo ha recordado Facebook fue en el 2017...
Y ahora sí que sí vuelvo a arrancar la máquina del tiempo, esta vez me voy al año 1812, en Cádiz la única ciudad que aguanto la invasión francesa, allí un tipo llamado Ciriaco González Carvajal que era ministro del Consejo y Cámara de Indias, para recaudar dinero para la guerra de independencia se le ocurrió hacer el sorteo de lotería de Navidad, en ese caso el Gordo era de unas 4000 pesetas y el décimo costaba unos 40 reales. Que esto en esa época te costeaba una casa decente y caballos de pura raza… El primer gordo de Navidad se lo llevó el número 03604, y el montante ascendió a 8.000 reales, para una persona que tan solo había invertido 40.
Durante los primeros años este sorteo no adquirió el título de Lotería de Navidad, ya que hubo que esperar al 23 de diciembre de 1892 para que se conociese como Sorteo de Navidad, en sustitución a la leyenda de "Prósperos de Premios" que llevaba hasta el momento. Hubo que esperar cinco años más, a 1897, para que esta denominación fuese impresa en los billetes. La situación cambió en 1870 cuando el premio Gordo de la Lotería de Navidad ascendía a la cantidad de 150.000 pesetas, cifra equivalente a más de 500.000 euros actuales. Con ese dinero, el afortunado podía dejar de trabajar y vivir de los intereses del premio. Se calcula que la persona agraciada podía comprar hasta quince viviendas en Madrid. La cuantía del Gordo de la Lotería de Navidad ha evolucionado bastante durante el siglo XX. A principios de siglo, el primer premio ascendía a 600.000 pesetas, cantidad equivalente a 1,8 millones de euros. Teniendo en cuenta que en aquella época, una piso de 5 dormitorios en la calle Alcalá rondaba las 25.000 pesetas, se podían adquirir hasta 24 casas o 109 coches de lujo a 5.500 pesetas cada uno. Durante la guerra civil hubo sorteo… doble, uno por cada bando.
Espero que este año al menos nos toque algo, aunque sea salud!
Pero en este año voy a seguir el consejo de una gran amiga mía, se llama Lorena González y sí voy a hacer un poco de spam, es terapeuta menstrual y podéis seguirla en Youtube y Facebook, Instagram etc...también tiene cursos bien majetes y bien de precio oiga! Bueno que me ando por las ramas, esta buena amiga mía publicó un video que me ha removido toda las entrañas…
Normalmente en estas fiestas damos mucha importancia a los regalos y sobre todo a la cuantía de los mismos, y creo que nos olvidamos de algo que para mi tiene mucha importancia…. El regalo consciente.
No me refiero a ese regalo que te ha costado un riñón el conseguir, o a ese regalo por compromiso que te toca pagar, o a ese presente que entre unos cuantos habéis decidido regalar pero que, en realidad, ni ganas tenías, bien porque no conoces a la persona o bien por cualquier otro motivo terminamos haciendo regalos por quedar bien.
Y no. este año tienes que agradecer por la gente que te quiere, de verdad ehhhhh, por quererte a ti mismo o misma, tienes que agradecer por tu trabajo, por tu familia, por la vida en general. Podemos agradecer y regalar agradecimiento, por ver la luz del sol por las mañanas, aunque sea del camino al trabajo, podemos agradecer por poder tener un coche o un buen transporte que nos lleve a cualquier parte….
Venga yo voy a agradecer a varias personas, a mi madre que me ha ayudado muchísimo a superar mis problemas de ansiedad derivados de la muerte de mi padre y del confinamiento, a mis suegros que me han apoyado mucho cuando más he necesitado a una familia, a mi chico por aguantarme todos los días en los que no me he querido ni yo… a Lorena por enseñarme que era lo que tenía que soltar y cómo hacerlo. Y también a vosotros por acompañarme en esta locura que supone el podcast. Por apoyarme en el pedazo trabajo que hay detrás de cada episodio.
También me quiero agradecer a mi misma, sí a mi misma, por ser tan fuerte, comprensiva y paciente, por tomar decisiones que no habría tomado hace un tiempo, por ser valiente y lanzada. Y mi regalo a mi misma será no comerme la cabeza, al menos no mucho, en diversas situaciones.
(Spam: pillar un curso o una sesión a Lorena sería un buen regalo para nosotras … ahí lo dejo)
Y con esto termino por hoy.
Nos volvemos a ver antes de que finalice el año para despedirnos de este 2022 y dar la bienvenida a 2023 de una manera guay!
Nos oímos/leemos el miércoles que viene! Bye bye!!
